Con este artículo se inicia esta sección donde se abordarán diferentes temas relacionados con el mundo del vino, escribiendo y analizando cualquier aspecto, que a mi entender pueda resultar de interés.

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En primer lugar conviene destacar cómo se organiza y clasifica el sector vitícola en Castilla y León, ya que es una cuestión no del todo conocida por el público en general y considero es que es importante para comprender el mundo del vino y poder empezar a profundizar en él.

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A finales del año 2013, se publica una nueva normativa Europea por la que se crea la organización común de mercados de los productos agrarios, afectando de forma directa a nuestra querida materia: el vino. Este reglamento junto a las diferentes transposiciones a la legislación nacional y autonómica, vertebran y regulan todo lo relacionado con el vino en España.

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Se puede decir que es Europa quien marca todas las directrices básicas en este sentido, con objeto de tener un enfoque armonizado y con elementos comunes para todos los Estados miembro, estableciendo fundamentalmente un sistema que garantice el origen y calidad del vino. Esto es primordial para que el vino siga teniendo la importancia y el prestigio del que actualmente goza en toda España, obteniendo las grandes ventajas que supone para el sector el tener un marco homogéneo a nivel europeo del que los productores, comercializadores y consumidores salen beneficiados.

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Según lo mencionado anteriormente, en función de la Ley 8/2005, de 10 de Junio, de la Viña y el Vino de Castilla y León, modificada por el artículo 1 de la disposición final primera de la Ley 1/2014, de 19 de marzo, Agraria de Castilla y León, los vinos de Castilla y León se clasifican en dos grupos principales: Vinos con Indicación Geográfica Protegida (IGP) y Vinos con Denominación de Origen Protegida (DOP).

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A su vez, los vinos con Denominación de Origen Protegida quedan clasificados en  diferentes categorías: Vinos de calidad con indicación geográfica, Vinos con denominación de origen, Vinos con denominación de origen calificada y Vinos de pago.

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En Castilla y León, actualmente la totalidad de los vinos queda amparada bajo las subcategorías de “Vinos de calidad con indicación geográfica” y “Vinos con denominación de origen”.

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Personalmente considero acertado emplear el término DOP, ya que es un concepto más global y se evitan posibles confusiones. Es de destacar que todas las DOP independientemente de la subcategoría a la que pertenezcan,  cumplen unos mismos requisitos establecidos por la normativa Europea, que son los que garantizan unos estándares comunes, una calidad, y unos determinados criterios. Todo ello otorga al consumidor final una cierta garantía de calidad y permite una homogénea comercialización, al menos en la Unión Europea.

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Una vez descrito el marco donde quedan recogidos los vinos en Castilla y León, se puede afirmar que las DOP e IGP son fundamentales para productores y consumidores, ya que por medio de estas dos figuras quedan protegidas y reconocidas las diferentes características de calidad del vino, favoreciendo la diferenciación de la producción y poniéndolo en valor.

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Dicho lo cual, pasaremos a enumerar las diferentes DOP e IGP que existen actualmente en Castilla y León:

 

IGP

En lo referente a vinos, en Castilla y León existe una única IGP, reconocida como tal en el año 2000 amparada bajo el término:

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• Vinos de la Tierra de Castilla y León.

 

Dicha IGP engloba a vinos producidos en bodegas ubicadas dentro de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, con uvas procedentes de viñedos de Castilla y León, teniendo además que cumplir unas determinadas condiciones (características analíticas, organolépticas, técnicas de elaboración, etc…) que finalmente darán al consumidor final una serie de garantías de calidad.

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A esta IGP se adhieren todos aquellos vinos que no quieren quedar encorsetados por las restricciones marcadas por una determinada DOP o simplemente que no pueden cumplir, por muy diversos motivos, alguna de ellas. Por ejemplo, uno de los motivos por el que se acoge un vino a la IGP “Vinos de la Tierra de Castilla y León” es simplemente que la bodega productora se encuentra fuera de la delimitación geográfica marcada por la DOP.

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DOP

Castilla y León, con sus 94.225 km2 es la Comunidad Autónoma más extensa de España y la tercera de la Unión Europea, contando con una gran variabilidad orográfica, geomorfológica, edáfica y climática, encontrándose a caballo entre las regiones biogeográficas Eurosiberiana y Mediterránea.

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Estas características que la hacen tan singular, son el motivo por el cual se elaboran unos vinos únicos, con una amplísima diversidad y una calidad excepcional.

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Fruto de estas particularidades es la existencia de trece Denominaciones de Origen Protegidas distribuidas por toda la Comunidad, con la reciente incorporación de la DOP Cebreros, que aún está pendiente su aprobación definitiva por la Comisión Europea, pero cuenta con la autorización de la protección nacional transitoria, por la que se podrá comercializar vino en España bajo la figura “DOP Vino de Calidad de Cebreros".

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Esto hace que Castilla y León sea la Comunidad Autónoma de España con un mayor número de DOP en materia vitivinícola, seguida de cerca por Cataluña, que cuenta con doce.

 

Además, a día de hoy, se encuentra en fase de tramitación la que sería la tercera figura de protección amparada como DOP, la cual se denomina "Vinos de Pago" (se aborda en el artículo de DVpCyL "Evolución y cambios significativos en las DOP vínicas de Castilla y León"). En la actualidad esta figura no esta muy extendida a nivel Nacional y su implementación ´supondría la  catalogación de vinos con una fuerte y ambiciosa caracterización.

En el gráfico siguiente se pueden ver todas las figuras de protección y sus correspondientes categorías en vinícolas que existen actualmente en Castilla y León.